viernes, 18 de febrero de 2011

Las estancias

Nuestra investigación sobre las estancias, que se encuentran en el sector señalado en la descripción del proyecto, está en curso. Por lo tanto aquí aparecen los nombres de aquellas con las que nos hemos contactado o de las que nos han dado referencias y entrevistaremos próximamente.
Se recogen los relatos de los protagonistas, y este espacio se encuentra abierto a todos los miembros de la comunidad, que puedan aportarnos datos para seguir recorriendo las huellas de nuestro patrimonio cultural.

Históricamente  el Este y Noreste del partido ha sido un sector de grandes explotaciones, con un hidromorfismo marcado, lo que le daba una baja potencialidad productiva. De tradición ganadera, en la actualidad se suma la producción agrícola, con marcada introducción de soja. La siembra directa es una técnica ya muy difundida.
Las explotaciones de menor tamaño, suman el recurso del turismo de estancias.


Nahuel Rucá

Este establecimiento se encuentra en el Km 469,5 de la ruta nacional N° 11, a 50 Km de Mar del Plata; se accede muy fácilmente desde la ruta.
Aquí nos reciben Pedro Urrutia y su familia, quienes entre mate y mate, nos cuentan lo que recuerdan.
De las 9000 ha originales, Pedro y algunos  primos  explotan un predio de 400 ha. En el pasado se realizó explotación ovina, que aunque continúa en pequeña escala, fue posteriormente suplantada por la ganadería bovina que perdura hasta nuestros días. Otras actividades que se han llevado a cabo fueron la cría de caballos para el ejército (hasta la década del ’80) y la caza de nutrias (hasta la creación de la reserva de biosfera en 1996). Todo combinado con agricultura.
En los inicios la producción salía a través del ferrocarril, en este caso de la Est. Nahuel Rucá. Y nos cuenta Pedro que tempranamente, las grandes explotaciones de la zona incorporaron interesantes adelantos técnicos, como la división de potreros con alambres electrificados con el uso de baterías.
Una actividad muy actual en todo el mundo es el “turismo de estancias”, que también se ofrece aquí. Se pueden informar sobre esta oferta en http://www.estancianahuelruca.com.ar/
La familia Urrutia llegó a Mar Chiquita desde el partido de Madariaga, donde tuvieron una activa participación en la vida civil, desempeñando diversos cargos públicos. Adquirieron esta propiedad en 1948. El actual casco, data de este tiempo. Existió uno anterior pero se destruyó producto de un incendio.
La casa fue construida en parte con ladrillos fabricados en el lugar y se le ensambló una casilla tipo inglesa, que fue trasladada desde Mar del Plata, para lo que se requirieron tres días de viaje.
En la decoración de una de las dependencias de la estancia, podemos apreciar imágenes de mariposas zafiro, que son exclusivas de las plantas de tala; rodeando el nombre Nahuel Rucá que significa “Casa de Tigre” en lengua Puelche.
El establecimiento colabora estrechamente con varios trabajos de investigación llevados adelante desde la Facultad de Biología de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Tienen en este lugar,  acceso privilegiado a una fauna variada y al monte de talas más austral del mundo. De las cinco variedades existentes, aquí encontramos el “celtis tala”, que rodea majestuosamente la laguna de 300 ha sobre la que se encuentra la propiedad.
La primigenia estancia Nahuel Rucá, dio origen, además de a ésta que conserva el nombre, a otro numeroso grupo de explotaciones de la zona.


La casa

















Pedro Urrutia y antiguas fotos familiares












*Se lee al pie de las fotografías antiguas "Foto Estudio Alonso" Coronel Vidal.

El bosque y la laguna







Tarrhué


En este caso, nos reciben en su bellísima casa, Mercedes Arbelaiz y Rubén Laxalde. Quienes junto a su hermano Mariano, son los actuales dueños de la estancia. Sobre cuyo nombre leemos en la reseña de Eduardo Freije “Tarrhué. Uhué, significa desierto y tar por lo que hemos podido deducir, una hierba o yuyo regional”
Esta propiedad está muy ligada en su historia a la de los Urrutia y a ARSA (de los Santamarina). Tanto por contratos de arriendo, ventas e intercambios; como por la forma en que se explotaban antiguamente. Según nos cuenta Beatríz “Coqui” Martínez (docente jubilada de Calfucurá y más que amiga, miembro de la familia Arbelaiz), las cuadrillas de trabajadores recorrían durante semanas las estancias de la zona, que se trabajaban en forma combinada.
Esta rama de los Arbelaiz, llegó al partido de Mar Chiquita proveniente de Lavalle (provincia de Buenos Aires).  Hoy en día su explotación cuenta con 6500 has. de las cuales el 60% se utiliza para cría de ganado y el resto se ocupa en cultivos, principalmente cereales.
Observamos un antiguo plano del año 1920, que muestra los terrenos de lo que será Tarrhué, como parte de una propiedad de 35.500 has. de la sucesión de Enrique y Emilio Anchorena. Un antecedente más antiguo se encuentra en el plano exhibido en el Museo “José Hernández” de la Laguna de los Padres, que reproduce la división de tierras llevada a cabo en 1861, en donde pertenecen a Juan Ramón y José María Ezeyza.
A los Anchorena, fueron adquiridas por los Arbelaiz unas 24.000 has. De las mismas, Mariano Silvano Arbelaiz, recibió 5000 has producto de la subdivisión en el año 1982 de Arbelaiz Hnos. En esta parcela se encuentra el casco de la propiedad, que había sido construido como obsequio para el cumpleaños número 80 de su madre, Dña. Olegaria Aramburu de Arbelaiz, en 1948 (se inició en 1946).
La Sra. Reneé Libonatti de Laxalde, madre de nuestro entrevistado Rubén, luego de enviudar, contrae nupcias con el Sr. Mariano Silvano Arbelaiz. De esta unión nacen Mercedes y Mariano (h). Completamos así el árbol genealógico que nos trae a los actuales propietarios de la estancia.
La Sra. Libonatti, tuvo además un papel muy destacado como Directora de la Escuela N° 17 “Manuel Belgrano” de Calfucurá (del Puelche piedra azul), dónde también trabajó la Sta. Beatriz Martínez, quien ofrece realmente un testimonio invaluable sobre la época que le tocó vivir en aquel lugar. Fue entrevistada por la revista “Rural Sudeste” y aquí sumamos la nota.

















Antonio Romano S.A. (ARSA)

ARSA forma parte de una red de explotaciones formada por varias estancias. Nos recibe aquí el Ingeniero Agrónomo Roberto Perea, encargado de dirigir el establecimiento, al que se ingresa en el kilómetro 454 de la ruta 11.
Estas tierras fueron de la familia Arbelaiz, hasta que Antonio Romano y Adela Santamarina las adquieren en 1960; el casco data de esa época. Actualmente los cinco hijos de este matrimonio son los propietarios. Se trata de 18.000 has cuya actividad principal es la ganadería (solo el 5% se dedica a la agricultura).
El lugar es paradisíaco, plagado de cuerpos de agua y atravesado por el arroyo “Las Gallinas”. La actual Reserva de Biósfera, se emplazó en 3000 has de terreno que fueron forestadas por los propietarios de ARSA con alrededor de 1.000.000 de pinos. La fauna que podemos observar desde nuestro vehículo, es abundante y variada.
Además del casco principal, hay numerosas construcciones entre las que se encuentra la Escuela N° 24 “Antonio Romano” que funcionó entre los años 1986 y 1990.









Camino de ingreso
Arroyo "Las Gallinas"




Puesto de ingreso






El campamento

Nos dice Eduardo Freije en su “Reseña Histórica…”
“Esta estancia fue asiento de la comandancia militar del partido y en consecuencia punto de concentración de los guardias nacionales, para concurrir a la frontera, o a otros hechos de armas, al ser citados a ese efecto por el comandante militar Jerónimo Barbosa, que allí residía.”
El citado comandante combate, el 4 de septiembre de 1874, en la batalla de “Los Naranjos” organizando a los milicianos que enfrentaron a la fuerzas revolucionarias mitristas.
En épocas modernas, este establecimiento sobresalió por ampliar la producción típica local, siendo un gran productor de champignones.





Vista de eucalipto centenario.




Laguna del Sol

Lomalauquen



En Lomalauquen se encontrarían restos arqueológicos de pueblos originarios que habitaron la zona.


Santa Catalina